viernes, 2 de enero de 2015



Todos los profesionales de la conducta sabemos que dentro de mucha gente existe un niño herido que hay que sanar para confiarnos, comprometernos y entregarnos en nuestras relaciones interpersonales.
El evento Interruptor
Durante nuestra niñez vivimos lo que se llama la “continuidad cómoda” es decir éramos niños , provistos de todo lo necesario para nuestra sobrevivencia (sí no; no estaríamos aquí) , hasta que un día ocurrió algo que marcó nuestra vida, que fue un parte aguas, un antes y un después, a esto se le llama “evento interruptor”.
Normalmente este evento interruptor está asociado a emociones dolorosas como tristeza, enojo y/o miedo , de este evento se hace una interpretación y a raíz de todo esto una determinación de vida.
 
La Curación:
Una vez localizado el evento interruptor y haciendo consciente la interpretación de vida que hice a través de él así como las determinaciones tomadas a raíz de todo ésto y lo más importante liberando los sentimientos dolorosos puedo redeterminar mi vida en otras palabras sanar al “niño herido” que muchos llevamos dentro.
-¿Cómo recuperar el contacto con este niño interior?
Las carencias, limitaciones y faltantes que tengamos en nuestra vida no podrán se llenados si antes no empezamos por llenarnos a nosotros mismos, nada allá afuera podrá compensar el amor hacia lo que somos, ni la fortuna más fabulosa puede hacerlo. Los seres que nos rodean pueden ayudarnos acercarnos a él, pero si nosotros no estamos dispuestos, la aventura quedara frustrada, y lo que ocurrirá entonces es que nos volveremos dependientes de todo eso que nos brinda lo que no tenemos.
La importancia de recuperar este niño interior es uno de los puntos claves para la realización de todo ser humano. Aquí te damos una forma muy creativa de acercarte a él.
Ejercicios para sanar a nuestro niño interior

Ejercicio 1
Busca una fotografía tuya de cuando eras niño y analízala ¿Qué ves en ese niño? ¿Qué refleja su rostro? Ves en el alegría o tristeza, dolor o felicidad, miedo o libertad ¿Qué te transmite? ¿lo amas o rechazas? ¿podrías relacionarte con el?
Escribe en un cuaderno, todas las sensaciones que logres percibir.
Si es necesario, puedes ampliar la fotografía
Ejercicio 2
En una hoja de papel o en un cuaderno, haz un dibujo de cuando eras niño, expresa todo lo que quieres proyectar y elige el material con el que te sientas más cómodo, lápices de colores, crayones, plumones, etc.
¿Qué logras percibir del dibujo que hiciste? ¿Qué está haciendo el niño? ¿Qué colores utilizaste?
Ejercicio 3
En un lugar tranquilo, siéntate cómodamente y elige música suave y entabla una charla con tu niño interior. Platica con tu niño interior e intenta conocer todos sus sentimientos y emociones pregúntale: ¿Qué te gusta? ¿Qué no te gusta? ¿A que le temes? ¿Qué sientes? ¿Qué necesitas? ¿cómo puedo ayudarte a sentirte seguro? ¿Cómo puedo hacerte feliz?.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario